Bosque de Piedras de Cumbemayo
Cumbemayo es un lugar místico y mágico, esta retirado de la ciudad de Cajamarca, pero vale la pena visitarla, es un bosque de piedras verdaderamente hermoso. Lo curioso es que las gigantescas piedras tiene figuras de animales y de personas. El paisaje es hermoso y por ahí pasaba el Camino Inca. Es un lugar de particular belleza que encierra atractivos significados, formando un escenario donde se conjugan el trabajo del hombre y la acción del tiempo. Cumbemayo es una construcción megalítica de 25,000 m² emplazada en las faldas del cerro Cumbe. Se cree que fue levantada alrededor del año 1200 D.C. por la cultura Cajamarca-Marañón, aunque presenta también una marcada influencia Chavín. Abarca tres grandes grupos arquitectónicos: el Santuario (una gruta modelada en la base de un enorme farallón con forma de cabeza humana); Las Cuevas (petroglifos con motivos antropomorfos); y el Acueducto (realizado en lava volcánica, un verdadero portento de ingeniería hidráulica). Rodeada de connotaciones mágicas y religiosas, esta obra de ingeniería asombra a los visitantes por su longitud de varios kilómetros y su complejidad. Un sinuoso canal excavado en la roca, que cuenta con tramos cuidadosamente labrados para sortear los desniveles del terreno y en cuyo recorrido encontramos lo que se pueden considerar como altares ceremoniales. Además del acueducto, en el complejo megalítico, uno de los más importantes de la América precolombina, destacan el conocido como Santuario, un promontorio rocos en el que se intuye la forma de una cabeza humana. En él, hay excavada una pequeña gruta cuyas paredes aparecen decoradas con grabados. Petroglifos que también están presentes en las cuevas que encontramos en este complejo arqueológico que, además, cuenta con el anteriormente denominado Bosque de piedras, o también conocido como Frailones, por sus promontorios en forma de frailes.
Entérate Más!!
El canal de Cumbemayo es una interesante muestra del talento hidráulico de los antiguos peruanos, ya que proporciona un flujo ininterrumpido de agua proveniente del deshielo y la lluvia. Según el arqueólogo alemán Georg Petersen, es también importante su ubicación geográfica, que señalaría el divortium aquarum continental entre las vertientes que van hacia el Pacífico y las que van hacia la Amazonía. No obstante su identificación como resto arqueológico en 1937, por muchos años el canal de Cumbemayo estuvo siendo utilizado con fines de riego local sin cuidado alguno. En 1965 se realizaron obras de preservación pero que concluyeron con una prolongación del canal que afectó su autenticidad. Con el paso del tiempo estos agregados quedaron en desuso y finalmente casi han desaparecido. En la actualidad, el canal sólo conduce agua por sectores y está perjudicado por la acumulación de sedimentos, debido a la falta de mantenimiento y limpieza. El agua discurre tan lentamente que parece estancada y la erosión ha debilitado muchos tramos.
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