Piquillacta
A 32 kms. al este de la ciudad del Cusco, se encuentra el viejo poblado de Piquillacta. Fue uno de los centros regionales más impresionantes de la cultura Wari, cultura asentada en Ayacucho, que fuera absorbida por los Incas. Hoy es un parque arqueológico nacional de gran interés paisajístico, perteneciente a la provincia de Quispicanchis.
El vocablo Piquillacta es una palabra quechua compuesta, que significa pueblo piojoso (piki = piojo; llaqta = pueblo), aunque también se le llama “ciudad de las pulgas”. A pesar de que el nombre original de la zona es desconocido. El sitio empezó a llamarse Pikillaqta desde los últimos años de la época colonial o a principios de la republicana.
Las paredes, hechas con barro y piedra, son anchas por la base y delgadas por la parte superior. Éstas se cubrieron con barro de 9 cms. de espesor, que luego fueron pintadas con yeso. Los suelos eran hechos, igualmente, con un tipo de yeso espeso, dando la impresión de ser una ciudad blanca.
Muy cerca de la ciudad se encuentra la laguna Lucre o Huacarpay, a una altitud aproximada de 3,200 m.s.n.m.. Este espejo de agua fue un refugio de especies de fauna silvestre local, como patos salvajes, gansos y flamencos, gracias a un ambiente propicio por las cañas de totora y las terrazas de cultivo en las caras rocosas de las montañas. También se pescaba trucha y pejerrey. Actualmente la situación ha cambiado. La laguna está a 1 km. fuera del lugar original, y a un nivel más bajo, de aproximadamente 150 metros, por lo que no hay agua.
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