La Piedra de los 12 Angulos
La piedra de los doce ángulos es una piedra incrustada en un mural inca, tallada de tal manera que posee doce ángulos que le facilitan calzar con exactitud con las demás piedras colindantes que forman el muro.
Es por eso que además de ser un elemento histórico muy especial, representa la tecnología incaica y el grado de presición en la manufactura de sus murallas. Hasta ahora es un soprendente testimonios arqueológicos y arquitectónico que pone de manifiesto el conocimiento que poseían los incas para construir estructuras anti sísmicas. Al igual que la piedra de los 12 angulos se puede observar tambien la piedra de 13 angulos, pero algunos de ellos no estan bien definidos por este motivo es que no se le promociona mucho asi como tambien la piedra de 14 angulos que es mucho mas pequeña y tambien se puede observar.
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Restos Arqueológicos de Hatunrumiyoc. Es un muro construido con el tipo de piedra «diorita verde», ubicado en el exterior del palacio atribuido a Inca Roca. La muralla es admirable por su arquitectura poligonal, cuyo frente abarca casi toda la calle Hatunrumiyoc.
Se caracteriza porque al centro del muro se ubica la piedra de los doce ángulos, famosa por el perfecto ensamblaje de sus esquinas y lados con las demás piedras.
Esta muralla tiene superposiciones de muro colonial y republicano, y actualmente forma parte del Palacio Arzobispal – Museo de Arte. (Ubicación: Calle Hatunrumiyoc s/n, 2 cdras. de la Plaza de Armas).
Hatunrumiyoc es conocido porque en él se encuentra la famosa «piedra de los doce ángulos». El palacio se ubicaba en la esquina de las calles Hatunrumíyoc y Herrajes, que actualmente está ocupado por el Palacio Arzobispal y por un museo de arte colonial abierto al público.
Aquí, los arquitectos debieron construir un andén para nivelar el terreno, ya que allí comienza a aguzar su pendiente hacia San Blas. Un trabajo digno de ver ya que se han recuperado los muros este y sur del andén gracias a los trabajos de limpieza.
A pesar de que la mayoría del frente de Herrajes se ha perdido, aún queda un perímetro de 190 metros circundando el andén, la misma que exhibe la habilidad de los talladores del imperio y su particular estética.
El muro de contención es una formidable muestra del ensamble poligonal de las piedras; que utilizaron, únicamente, los incas para construir muros de sostén. Podremos notar también, que en el muro sur, el ensamble poligonal no es estructural, sino un enchape que cubre un muro burdo que hace de sostén.
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